18/09/2008
Kensington, el especialista en accesorios para portátiles, celebra el 16 aniversario de su ya estandarizado sistema de seguridad para portátiles, el K Slot.
Desde su creación en 1992, la gran mayoría de los ordenadores portátiles vienen fabricados con un pequeño agujero en su lateral. Dicho elemento es una ranura de seguridad que pone a disposición de los usuarios una sólida medida de protección frente a posibles robos de sus portátiles.
La idea surgió en los años 90, mientras otras empresas de seguridad se preocupaban por la protección de los datos frente al robo vía internet, en Kensington se centraron en desarrollar medidas más directas y preventivas para mantener a los ladrones alejados: candados físicos para el portátil.
El proceso de desarrollo duro varios años, ya que no existía nada inherente en la estructura de un portátil que permitiera que éste fuera bloqueable. Así pues, tras dos largos años de deliberación, diseño, innovación y pruebas, nació el K Slot.
Primero vino PassProof, un sistema de seguridad para Macs, fruto de la estrecha relación con Apple. Sin embargo, para los fabricantes el verdadero valor del K Slot ha residido en su naturaleza universal y estándar.
Finalmente fue Compaq el primer OEM que incorporó en sus equipos el K - Slot en 1991. Esta innovación fue rápidamente incorporada por otros OEMs, convirtiéndose tiempo después en un estándar dentro de la industria del hardware. Hoy en día encontramos estas ranuras en todo tipo de equipos electrónicos sofisticados, desde pedales de guitarra hasta marcos de fotos digitales.
“Como líder en la industria de candados de seguridad, Kensington se toma muy en serio la fiabilidad de sus productos, por lo que los candados son testados asiduamente, probando su resistencia frente a:
- Pruebas de torsión/ tirones
- Pruebas contra herramientas de robo (gazuas, etc)
- Corrosión
- Temperaturas extremas
La fortaleza de la llave también es testada constantemente, junto con otras pruebas referentes al ciclo de vida del candado. Es difícil de imaginar lo que un ordenador padece en el día a día, por lo que es necesario probar la resistencia de la cerradura incluso a los productos químicos más comunes, el alcohol, el café o las bebidas con gas, que con el tiempo pueden llegar a erosionar la estructura del cable o los mecanismos de la cabeza de la cerradura. “ explica Ricardo Hernández, responsable de Kensington Iberia.